El emprendedor tiene muchas áreas del negocio por supervisar, pero por lo general todos los caminos conducen a una: el dinero.
¿Cómo conseguir inversionistas que confíen en tu proyecto y te ayuden a hacer crecer tu negocio?
La respuesta puede ser más sencilla de lo que parece, y no solo tiene que ver con tu idea, sino cómo la presentas. ¿Qué cosas quiere ver el inversionista para decidir si te confía o no su dinero?
Qué mostrar
De acuerdo con un artículo de Javier Ongay, las expectativas del inversionista frente a un emprendedor pueden resumirse en tres puntos.
El primero apunta hacia el equipo humano: cuál es la calificación profesional de tu equipo; qué tanta experiencia tiene con relación al producto o servicio que ofrecerán; y aunque parezca obvio, también quieren saber qué pasa si tú te enfermas o tomas vacaciones. ¿Quién se hace cargo si tú no estás?
“Las empresas son personas, porque en su principio y su final siempre hay alguien de carne y hueso, con corazón y con talento, que ha de encargarse de analizar, tomar decisiones, gestionar, dirigir, crear, motivar…, todo eso que, por ahora, ninguna máquina es capaz de hacer”, comenta Ongay.
Es importante mostrar que sabes cómo hacer que el proyecto funcione.
En segundo lugar, es vital describir lo mejor posible el sector donde operará el proyecto.
En otras palabras, aquí es dónde defines tu conocimiento del terreno donde te vas a meter, y demuestras cuáles son los elementos que te hacen distinto a lo que ya existe en ese mercado.
¿Contra quiénes competirás? “La existencia de un mercado claro y con competencia nos demostrará, además, que hay posibilidades de crecimiento para nuestro negocio”, continúa Ongay.
Estar consciente de las barreras de entrada, y estar en condiciones de explicar por qué confías en traspasarlas, es un argumento muy poderoso para convencer a un inversionista.
Cuánto vale
Y por último, el articulista menciona el elemento de las definiciones: ¿Cuánto vale la empresa?
Si los números no son tu fuerte, sino lo creativo, pues este es un punto donde hay que buscar ayuda profesional que te ayude a determinar profesionalmente los activos y pasivos de la empresa, cuáles son las ganancias proyectadas y por qué, en cuánto estimas el retorno de la inversión que estás pidiendo, cuánto valen las acciones que le entregarás al inversionista.
Aquí agregaríamos un elemento adicional: mostrar tu motivación para ser emprendedor.
Ningún inversionista se atreverá a apoyarte plenamente si lo que transmites es que deseas lanzar este proyecto, porque “quieres ser tu propio jefe”.
Muchos gurú del emprendimiento a nivel global, como Robert T. Kiyosaki, resaltan la necesidad de evolucionar de la fase autoempleado a la de emprendedor.
Como emprendedor debes exhibir las habilidades para hacer realidad el negocio para el cual buscas socio. Una clave para comprender el alcance de esto es mostrar la red de apoyo con la que cuentas, específicamente, el tipo de relaciones que has construido con proveedores, empresas similares, asociaciones y clientes, que le agreguen viabilidad a la empresa.
Hacer sueños realidad
En ese sentido, conviene empaquetar todos los puntos anteriores de una manera visualmente atractiva, de tal forma que tu sueño tenga forma y casi que el inversionista lo pueda tocar.
Esta información debería presentarse en un formato comprensible, sencillo y directo, que puedas entregarle al potencial inversionista o enviar por correo.
Debería contener el nombre -aunque sea tentativo- que llevará tu proyecto y, si es posible, una identidad inicial de la marca.
Si los temas de diseño no son tu fuerte, no te preocupes. La idea es tratar de mostrar el mayor número de elementos que convenzan al inversionista de lo cerca que estás de tocar tu sueño, y que ya has pensado hasta en esos aspectos de marketing.
Si tienes dudas sobre cómo presentar la información de tu proyecto de startup o pyme a un inversionista o banco, no dudes en escribirnos a info@monitoramericas.com para conversar sin ningún compromiso sobre algunas opciones que puedes utilizar.
Recuerda que la calidad de la información que entregues al inversionista es una parte importante de ti, y habla del cuidado con el cual gerenciarás el negocio.
Como diría Scott Belsky, cofundador de Behance, sobre el oficio de los emprendedores: “No es sobre las ideas. Sino hacer que éstas se vuelvan realidad”.