19 Febrero, 2020

Ciberacoso realizado por influencers: 7 lecciones que nos deja el caso de Richard Linares en Venezuela

Ciberacoso es un crimen cometido en el mundo virtual, cuyas consecuencias también son severas fuera de la red.

Su efecto es más abrumador para la victima cuando lo comete un influencer y su legión de seguidores, entre los que también figuran otros influencers con grandes comunidades.

Recientemente se registró en Venezuela caso de ciberacoso, cuando la bióloga y conservacionista Diana Duque realizó un comentario en Facebook y Twitter sobre los contenidos de Richard Linares (entrenador físico de la Organización Miss Venezuela).

En su cuenta en Instagram, Linares había publicado varios posts mostrando su relación con guacamayas silvestres, a las cuales trata como sus mascotas.

Para Duque, esto suponía no solo riesgos para el entrenador (estas aves pueden portar enfermedades como la psitacosis) sino para las guacamayas en sí. Al recibir ese trato de “mascota” pierden su capacidad de adaptación a su entorno natural, se hacen sedentarias, presas fáciles de cazadores y vulnerables a sus depredadores.

Teniendo Linares una comunidad en Instagram de 2 millones de seguidores, la difusión de esa conducta negativa para la conservación de la especie generó preocupación en Duque.

La respuesta de Linares, y algunos de sus seguidores, fue sorprende.

El cibercacoso

Linares respondió desde su cuenta en Instagram con un mensaje doblemente negativo: por un lado, utilizó la foto y el perfil de Duque en Instagram para identificarla ante sus seguidores, y posteriormente señaló que la intención de la bióloga era que las autoridades lo despojaran de sus mascotas.

Además, pidió ayuda a sus seguidores para que le mostraran a Duque cómo él trataba a sus guacamayas.

De inmediato, Diana Duque recibió una ola de comentarios agresivos, burlas por su físico, amenazas e incluso invitaciones a que se suicidara.

 

 

 

 

Al ataque directo le siguió una acción adicional: generar suficientes denuncias de la cuenta en Instagram de Duque hasta lograr que la plataforma la cerrara, una estrategia cada vez más común para censurar.

 

 

 

Cuando lolograron, Linares escribió un comentario alegrándose por ello.

La reacción en las redes

El caso llamó poderosamente la atención en redes sociales, y rápidamente se ubicó entre las tendencias de Twitter en el país. Los nombres #Richard Linares”, “Diana Duque”, hashtags #guacamayas entre otros, se mantuvieron entre los primeros tópicos de conversación en redes sociales.

Un elemento para motorizar esto fue el peso de la propia comunidad de Linares, entre las cuales destacan ex mises, actrices, personas vinculadas el mundo del entretenimiento, que salieron en su defensa y se sumaron al ciberacoso. Todas con grandes comunidades de seguidores como Patricia Patricia Schwarzgruber y Annarella Bonno.

No obstante, mientras el linchamiento de Duque continuaba en Instagram, en otras redes -particularmente Twitter- la historia era distinta. Tras el cierre de su perfil en Instagram, Diana comenzó a contar su situación en Twitter.

Diana Liz Duque
Diana Liz Duque

La evaluación del caso en el universo Twitter dejó en claro rápidamente el proceder de Duque y la actitud de Linares, por lo cual comenzó un movimiento de solidaridad hacia la bióloga.

En ese momento se inició la crisis de reputación de Linares. Su irresponsabilidad al acusar a Duque en forma infundada, sus ataques en redes y el estímulo brindado a la actitud de sus seguidores, se volvió en su contra y en contra de algunos de sus amigos influencers, como la comediante Vanessa Senior y el consultor en marketing Irrael Gómez.

 

La caída

Al momento de publicar este artículo, Linares ha ofrecido declaraciones donde llora frente a las cámaras al relatar el temor que sienten sus hijos ante la posibilidad de ir preso por lo sucedido en este caso de ciberacoso.

Esta aparición también ha recibido múltiples críticas. Pasar de poderoso influencer, que aúpa a una horda en un linchamiento público, a una víctima quebradiza no es algo fácil de digerir en cuestión de horas. Se percibe en buena parte de la opinión pública una pérdida de credibilidad en actitud.

Por ello, Linares volvió a ser tendencia en Twitter por las razones equivocadas. A lo poco convincente de su presentación, se sumo el hecho de utilizar a sus hijos para despertar solidaridad en el público.

 

Epílogo

El periodista Fran Monroy resume en un tuit lo que podría ser la lista de delitos cometidos por Linares: “1)Tener fauna protegida en cautiverio 2) Instigación al odio 3) Difamación 4) Injuria 5) Violencia de género 6) Daño moral (vía civil) 7) daños y perjuicios (vía penal) y en una entrevista admitió que había sido patotero y eso es notitia criminis”.

Duque solicitó al director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que interviniera en el caso.

Al escenario de acciones judiciales, se le suma el efecto sobre los otros influencers del mundo del espectáculo que quedaron en evidencia en este caso de ciberacoso. Hay muchos egos y reputaciones maltratadas. Es de prever que este caso no ha terminado.

De hecho, el 18 de febrero Duque denunció que habían comenzado a aparecer cuentas falsas con su nombre y su foto, lo cual es una manera muy común de diluir su mensaje, banalizar la situación con discusiones artificiales para minimizar el ciberacoso y comprometerla en actitudes contrarias a su discurso conservacionista.

Entre la resaca moral, luego del frenesí con el cual atacaron a Duque, nos gustaría compartir algunas reflexiones para influencers, marcas que emplean a figuras públicas como imagen y especialmente para usuario de redes sociales.

Entre ellas destacamos siete:

  1. La violencia en el mundo virtual es violencia, duele, hiere. Condena el ciberacoso o ciberbullying. Nunca seas parte de un linchamiento en redes sociales.
  2. La solidaridad automática es peligrosa en redes sociales. Conviene evaluar la información, procesarla y no reaccionar impulsivamente.
  3. Tus aciertos y fracasos quedan registrados en las redes sociales. Borrar el post no va a solucionar el problema.
  4. Si cometes un error, discúlpate. Es una red social, se trata de convivir en comunidad, hay normas de respeto.
  5. No compres marcas de empresas que utilicen influencers negativos. Si no les importa su reputación, menos les interesas tú como usuario.
  6. Marcas, no contraten influencer de mala reputación. El público percibe que avalan esas conductas nocivas. Sus errores se trasladarán a tu reputación corporativa.
  7. Conviene que los influencers estén conscientes del poder que tienen sobre sus comunidades. Es su responsabilidad prevenir, moderar o alertar sobre comportamientos inapropiados de usuarios. Es su cuenta.

 

Artículo desarrollado por Elías García Navas @egarcianavas

Si quieres conocer más sobre casos de crisis de reputación y cómo enfrentarlos, escríbenos a info@monitoramericas.com y con todo gusto nos pondremos en contacto contigo.

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