Un estupendo trabajo de Lisseth Boon @boonbar sobre las estrategias que pretenden gerenciar la reputación de las empresas y las figuras públicas, a través de mecanismos legales diseñados para “borrar” todo huella incómoda en Internet.
Como es de esperarse, el remedio para malas reputaciones resulta peor que la enfermedad.
Frente a una eficiente y perdurable estrategia de desarrollo de contenidos de valor, muchos prefieren el camino más tortuoso, que no solo deja sospechosos vacios informativos en la trayectoria digital, sino que abre nuevos expedientes en materia de censura a la libertad de expresión.
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