Los influencers ya no son lo que parecen. En los últimos meses hemos visto diferentes casos en los que se pone a prueba el poder y credibilidad de estas supuestas estrellas de las redes sociales.
Tal es el sonado caso de Brittany Dawn y sus polémicas dietas milagrosas que estafaron a miles de clientes, o el famosísimo Festival Fyre que terminó en demandas y cárcel para su creador y su equipo de trabajo.
Ahora es el turno de la famosa @Arii, quien hizo estallar su propia burbuja de seguidores al intentar vender unas camisas de su nueva línea de ropa.
El caso de Arii
Ariana Renee, mejor conocida como Arii, llegó a la fama en la plataforma musical.ly, y hoy en día cuenta con casi 3 millones de seguidores en Instagram y 837 mil suscriptores en YouTube. Con tan solo 18 años, la joven de Florida, en Estados Unidos, intentó monetizar aún más sus redes sociales al crear una marca de ropa propia en alianza comercial con la firma ERA.
Como paso a previo a la firma del acuerdo, ERA quiso medir el verdadero impacto de Arii y le solicitó que vendiera un mínimo de 36 franelas o playeras, usando sus redes sociales. Esto daría una idea de la reacción del mercado y del desarrollo de la nueva marca.
Si consideramos la cantidad de followers que tiene, solo 0,001% debía “morder el anzuelo” y procesar la compra.
Sin embargo, a pesar de tener millones de seguidores y formar parte del segmento de los grandes influencers, Arii no logró cumplir el objetivo.
¿Cómo reaccionó Arii?
Al ver que su meta no era alcanzada, Arii publicó en su perfil de Instagram un post (que ya fue eliminado) en el que expresaba su decepción:
“Me rompe el corazón tener que escribir esto. Como todos saben, acababa de lanzar al mercado mi marca. Había dedicado el alma a este proyecto. Para mi sesión de fotos, hice volar a un fotógrafo y artista del maquillaje… y habiendo planificado con antelación, tuve la suerte de reunir algunos amigos para que modelaran para mi… Pero desafortunadamente la empresa con la que trabajo se basa en el resultado de las primeras ventas… Sabía que iba a ser duro vender el mínimo (ahora sé que soy super irrelevante…)”.
En la página web ahora se puede apreciar un texto que dice “Pronto Volveremos”, donde antes aparecía la marca de Arii. Con ello se suma a la lista de influencers en aprietos.
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¿Qué lección nos deja este caso?
Más allá de demostrar lo complicado que puede resultar emprender un negocio nuevo, este caso deja muy en claro que el nivel de influencia de los “famosos” en redes sociales tienen límites.
No necesariamente esos millones de seguidores están allí para seguir tus pasos y comprar todo aquello que tú quieras vender. Puede que estén allí porque sencillamente se distraen con tus contenidos, les entretiene tu estilo de vida o por pura curiosidad.
La cantidad de seguidores no es lo importante, el nivel de influencia en ellos sí.
De allí que muchas empresas están optando por contratar a los conocidos “micro influencers” (1K-100K) pues, aunque tienen grupos de seguidores más pequeños, se enfocan en un nicho muy exclusivo y tienden a ser más efectivos al momento de recomendar un producto, servicio, etc.
Artículo desarrollado por Clara Gil P. @claragilp
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