27 Marzo, 2019

Vinotinto sufre una crisis fuera de la cancha gracias al escándalo de Givova

La Vinotinto -selección nacional de fútbol de Venezuela- es víctima de lo que parece ser un fallo extraordinario de la marca que le provee de uniformes: Givova.

Todo comenzó cuando el capitán de la Vinotinto, Tomás Rincón, se quejó a través de sus redes sociales, de la improvisación y pobre desempeño de Givova antes del partido amistoso contra el combinado de Cataluña, en España, jugado el 25 de marzo.

“No tener camisas para jugar hoy y estampar unas que compraron es lamentable, lo de ustedes es vergonzoso”, escribió Rincón en un tuit.

¿Qué había pasado con Givova?

 

Quién es Givova

Givova S.p.A. fue fundada en Italia el 23 de mayo de 2008, por Giovanni Acanfora.

La compañía es el patrocinador de algunos equipos deportivos (de distintas especialidades) en Europa y Asía, así como también de los seleccionados de Guadalupe, Malta y Venezuela, y vistió a Serbia en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

A pesar de estos logros internacionales, el escándalo no es desconocido para Givova.

La selección de Irán se hizo noticia el año pasado, debido a la polémica que rodeó a su federación de fútbol y Givova.

La federación iraní rompió el contrato con Givova por la mala calidad de sus uniformes (un punto común con la crisis de la Vinotinto).

Los italianos aseguraron que propusieron diferentes camisetas, pero que no recibieron ninguna respuesta de los iraníes.

 

Adiós Adidas, hola Givova

La historia con la Vinotinto comenzó en octubre del 2018, cuando la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) dio por terminada su relación con Adidas, patrocinante de la selección durante 13 años.

La salida de Adidas y el ingreso de Givova causó sorpresa, pero la federación venezolana ha tenido diversos episodios de polémica en los que opta por ignorar los cuestionamientos externos.

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El escándalo en Cataluña fue denunciado por los jugadores de la Vinotinto a través de las redes sociales.

Los futbolistas comentaron que, ante la falta de uniformes para el partido, la empresa tuvo que salir a comprar unas camisetas en la tienda Decathlon, una cadena comercial dedicada a la venta y distribución de material deportivo.

La empresa luego camufló estas prendas con los logos y escudos de la selección venezolana.

Otros afirmaron que era notable la baja calidad de las camisetas (entre otras razones, por la deficiente ventilación y retención del sudor).

Días antes del partido, señalaron que Givova los había dejado con “una camiseta y un short en un clima frio”.

Givova Italia no dijo nada al respecto. No obstante, Givova España emitió un comunicado donde se desmarcaba de toda responsabilidad.

“En ningún momento gestionamos este tipo de acuerdos con Federaciones de fútbol a nivel internacional, nosotros nos dedicamos a distribución y personalización de la ropa de la marca en España, sin tener absolutamente nada que ver en este tipo de acuerdos, siendo la propia marca desde Italia la encargada de la gestión y desarrollo de las líneas de ropa para este tipo de acuerdos entre selecciones, entidades oficiales o colectivos internacionales”, explica el comunicado publicado en redes sociales.

 

Cómo agravar la crisis

Hay varios elementos que se evidencia en el caso de la Vinotinto y Givova, los cuales refuerzan la negativa reputación está comenzando a exhibir:

  • En ningún tipo de actividad un patrocinador puede permitirse el lujo de fallarle a un aliado comercial. La exposición del error será máxima, y si es una competencia de primer nivel es seguro que la equivocación se convertirá en un hecho viral.
  • Pobre conexión entre las empresas vinculadas al modelo de negocio. Givova España hizo un comunicado para desvincularse del problema de Givova Italia, evadiendo cualquier tipo de responsabilidad por la falta de uniformes para la Vinotinto, dejando a Givova Italia como una empresa deficiente e indolente frente a la crisis.
  • Givova España habló mal, pero habló. Givova Italia, la casa matriz, no ha comunicado su posición frente al problema, lo cual deja espacio a todo tipo de cuestionamiento e información que puede agravar el daño a su reputación.
  • La Federación Venezolana de Fútbol tampoco se ha pronunciado ante el hecho, lo cual se traduce en una perdida de credibilidad, y en una pobre reputación, por cuanto evidencia una total indiferencia frente a la situación de los jugadores que dice representar.

La Vinotinto terminó jugando -y perdiendo- el partido contra Cataluña. Sin embargo, la verdadera perdedora resultó ser, hasta el momento, la empresa Italia Givova.

 

Artículo desarrollado por Elías García Navas @egarcianavas

Si quieres conocer más sobre casos de crisis de reputación y cómo enfrentarlos, escríbenos a info@monitoramericas.com y con todo gusto nos pondremos en contacto contigo.

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