¿Cómo se metió el afamado chef #SaltBae en medio de una crisis de reputación en redes sociales, luego de publicar un post en su cuenta Instagram?
Mitad celebridad, mitad chef, #SaltBae (cuyo verdadero nombre es Nusret Gökçe) se colocó el pasado 17 septiembre en medio del huracán político que azota a Venezuela desde hace casi dos décadas.
La crisis se registró luego que #SaltBae publicara varios videos en su cuenta en Instagram, donde se le observaba en la sede de Estambul de su cadena de restaurantes, preparando un suculento trozo de carne al jefe de estado de Venezuela, Nicolás Maduro y a su esposa, Cilia Flores.
Además de presumir su peculiar estilo de cortar y sazonar, #SaltBae le regaló a Maduro una caja de habanos personalizados y una playera con su propia imagen.
De inmediato la publicación comenzó a recibir una ola de comentarios negativos, llenos de expresiones de ira y violencia, y el video se hizo viral, siendo registrado por medios internacionales.
¿Qué motivó semejante reacción de rechazo contra el chef?
Resultados
Los posts en la cuenta en Instagram de Nusret registraban un promedio de comentarios por post que en julio alcanzó 12.092 y en agosto 6.899.
En septiembre, los posts publicados entre el 1 y el 15 de septiembre promediaban cada uno 10.693 comentarios. Sin embargo, la publicación hecha el día 16 suma, hasta la fecha de edición de este artículo, más de 60.700 comentarios.
Las publicaciones que generaron la crisis fueron borradas y no podemos verificar sus números de comentarios, pero los usuarios tomaron el post del día anterior (del 16 de septiembre) y vaciaron allí su molestia por las publicaciones sobre el agasajo a Maduro, generando el pico de crisis.
La reacción de rechazo, para alguien de Venezuela o de América Latina, era más que obvia: si un mandatario de un país aparece en un lujoso restaurante comiendo un suculento bistec, mientras se reporta que su nación vive en hiperinflación, sin alimentos suficientes para la población, con miles de migrantes huyendo a diario de la crisis económica, ¿cuál crees que iba a ser la expresión en redes sociales?
Como celebridad e influencer, Nusret se lanzó al fuego político a pesar de la percepción internacional sobre su homenajeado.
Era lógico que eso ocurriera, pero no es la primera vez. En noviembre del 2016 el chef ya se había metido en dificultades cuando publicó en Instagram una foto fumando un habano, teniendo como fondo un poster de Fide Castro.
En los días siguientes a su encuentro con Maduro se organizaron protestas del público frente al restaurante de Nusret en Miami, y los medios internacionales centraron su atención en el excéntrico chef y su cuestionable invitado, reproduciendo infinitamente los videos del escándalo.
Incluso en páginas como TripAdvisor se recibieron pésimas reseñas del público a los restaurantes de la celebridad turca.
El escándalo alcanzó tal dimensión que comenzó a envolver a figuras del ámbito venezolano, como Miss Venezuela Earth 2017, Ninoska Vásquez, y el locutor de radio Pastor Oviedo, quienes se vieron afectados luego que usuarios observaran que ambos figuraban entre quienes le dieron “Me gusta” al post de Nusret.
Respuestas
Además de borrar los contenidos que ocasionaron la crisis, la respuesta del chef fue apelar a otro cliché en el manejo de imagen de celebridades en apuros: rodearse de niños para recobrar pureza, empatía, candidez.
En el post que le siguió a la crisis, Nusret aparece en una foto rodeado de lo que llama “su familia” (una mujer y 12 niños), con emojis de corazones y los hasthtags #saltbae #saltlife #salt.
La crítica se mantuvo en ese post, y hasta el momento de este elaborar este artículo registraba más de 23.700 comentarios.
Adicionalmente, decidieron incrementar el número de publicaciones. Hasta el 25 de septiembre ya sumaba 16, una más que en agosto y dos más que en todo julio.
Luego de la crisis, #SalBae se ha concentrado en retomar la línea editorial de sus contenidos previos al 17 de septiembre, lo cual parece haberle dado resultado.
El número de seguidores en la cuenta en Instagram se ubicaba en 15,7 millones, y actualmente muestra 15,9 millones.
Conclusiones
Pudiera decirse que el primer error de Nusret fue publicar su homenaje a Maduro, a sabiendas que se trataba de un personaje público con abierto rechazo en el plano internacional.
Un segundo error fue su respuesta a la crisis. Borrar los posts que generaron el problema es una clásica falla de quien no cuenta con un plan de gestión de crisis en redes sociales.
Esos contenidos siempre quedan gravitando en la red gracias la continua interacción de usuarios, grandes consumidores de publicaciones que puedan ser polémicas, curiosas o extravagantes.
El interés se incrementa cuando se trata de un mandatario nacional, obteniendo una receta para un reventón viral.
Borrarlos es admitir que lo publicado no solo estuvo mal (Salt Bae muestra vergüenza por su gesto hacia Maduro), y por ello es preferible desaparecerlos.
Esa actitud proyecta cobardía para enfrentar un error, y además deja en claro que no habrá el mayor interés en disculparse.
Y eso quizás constituya el error más grande: todos nos equivocamos, pero cuando lo admitimos y ofrecemos una disculpa, mostramos madurez y solidaridad con las personas que se sienten afectadas por nuestras acciones.
Los manifestantes que se apostaron frente al restaurante de #SaltBae en Miami solo pedían eso. Parece que al chef turco se le quemó la oportunidad de conectarse con una audiencia más grande.